¿Cómo surgió la idea de entrelazar dos líneas temporales en tu nueva novela, y qué desafíos enfrentaste al conectar el pasado de los años 50 con la investigación actual?
Tiene su importancia en la trama, pues habla de la memoria, la culpa y la venganza. Tenía que ser un hecho ocurrido hace bastante tiempo, pero no tanto para que nadie pudiese recordarlo, aunque ya fuese mayor. El hecho de situarlo en el pueblo de Corvera en los años cincuenta estambién como un homenaje a mis abuelos, en concreto más a mi abuelo, Juan Pérez.
• Tu obra explora temas como la memoria y la venganza, ¿cómo logras mantener al lector en vilo mientras te adentras en temas tan profundos?
La idea de esta novela nace sobre una reflexión de la volátil y escurridiza memoria. Es algo subjetivo, pues cada cual recuerda las cosas de un modo distinto. Nada es como creemos que es. Tendemos a enterrar lo negativo y repetir aquello que nos agrada. Necesitamos que esto último sea la verdad, aunque no fuera así. Para ello necesitaba un caso sin resolver de tiempo atrás, mientras que otro en la actualidad (2018) marca las pautas y genera preguntas cuyas respuestas pueden hallarse en ese pasado.
• La inspectora Lucía Alcaraz es un personaje central en tu historia, ¿hay algo de ti o de personas cercanas en su carácter y decisiones?
Pues realmente no lo sé, en principio no. Quería que fuese un personaje fuerte, pero al mismo tiempo real y humano. Quiero huir de esos personajes al límite que muchas veces nos inundan, como que son un desastre, pero tienen la maravillosa capacidad de resolver todos los enigmas, la inspectora Lucía Alcaraz no es así. Tiene sus defectos y sus virtudes, pero ante todo es una profesional que ama su trabajo. Es fuerte, pero al mismo tiempo tiene dudas, como todos, y busca ayuda cuando la necesita, como haría cualquier profesional.
• Eres un creador de historias que no se limita a un solo género, pero ¿qué tiene el suspense y la novela negra que siempre vuelven a ti?
Creo que me sale natural. Leo de todo, tanto novela histórica, comedia, drama,… , pero es cierto que siempre me han atraído los temas de misterio, suspense e investigación. Soy un amante de ese tipo de cine y es la literatura que más suelo leer. Mi escritor favorito, siempre lo he dicho, es Stephen King, aunque lea también cosas muy diferentes a él. Para mí es el maestrodel que aún tengo muchas cosas que aprender.
• Has escrito más de 50 relatos cortos y novelas de diversos géneros, ¿qué diferencia creativa encuentras entre escribir una novela larga y un relato breve?
Es muy diferente, pero no ya por la temática en sí, sino porque un relato es algo casi instantáneo, tienes la idea concreta, lo imaginas y lo sacas. Una novela es muy diferente, es como algo que va creciendo poco a poco, que se va gestando, que va cogiendo forma y después estalla cuando se acerca el final. Esa es la parte que más me gusta. Quiero emocionarme mientras escribo y disfrutar con un final nada cerrado para mí, sino algo que se vaya gestando en esos momentos en los que imagino cien posibilidades y los personajes manejan el final para sorprenderme y hacerme amar lo que hago. Es la parte más emocionante de la escritura, por lo que todo merece la pena.
• A lo largo de tu trayectoria, ¿qué obra consideras que marcó un antes y un después en tu carrera como escritor y por qué?
Es una pregunta difícil, porque es como tomar partido por alguno de tus hijos. Hay dos o tres que podría decir, entre ellas, claro está, esta de La memoria de los justos, pero si tengo que mencionar tres… Para mí serían Rowie; crónica de un vampiro psíquico, El creador de historias, y La memoria de los justos. Son las más complicadas por distintas razones, pero también porque resumen mis gustos y dónde me encuentro ahora. La más antigua en el tiempo de estas tres es El creador de historias (2015) y pienso que supuso rodearme de un ambiente más sincero conmigo mismo. Tiene ese aroma a misterio sutil que tanto me gusta. Después llegaría Rowie (2017), todo un desafío y la que más tiempo me ha llevado. Tiene todo lo que me gusta y de la forma en que me gusta. Y por último, aunque no la tercera en importancia, La memoria de los justos. Un tema y unos lugares que significan mucho en mi vida y en la de mi familia, combinados con una trama que atrapa hasta el final. El thriller que me gustaría ver en una serie o película.
• ¿Qué libros o autores han sido tu mayor inspiración y qué títulos recomendarías a quienes disfrutan de tus géneros favoritos?
Bueno… hay muchos y de distintos géneros. El primero que me enganchó fue J.R.R. Tolkien y su mundo de la Tierra Media (El señor de los anillos) cuando apenas llegaba a los dieciséis o diecisiete años. Después me dio por la ciencia ficción con autores como Asimov (La saga de la Fundación), H.G. Wells (La máquina del tiempo y La guerra de los mundos), Arthur C. Clarke(2001, una odisea del espacio, El fin de la infancia), Anne Rice y sus Crónicas vampíricas y, por supuesto, Stephen King, donde obras como Misery, It, Dolores Claiborne, … También me encanta cómo escribe Carlos Ruiz Zafón y su magnífica novela de La sombra del viento. O Mikel Santiago con El mentiroso, John Verdon con Sé lo que estás pensando, Joël Dicker con La verdad sobre el caso Harry Quebert, Frieda McFadden con La asistenta. En fin, podría seguir y seguir porque leo mucho, también de otros géneros. Mi referente, no obstante, ya lo he dicho antes, es Stephen King, por ser más variado de lo que la gente se piensa y porque considero que sabe tejer tramas como nadie.
• Para quienes están comenzando a escribir o a explorar el mundo del suspense, ¿qué consejos les darías basándote en tu experiencia?
Que lo hagan por vocación. No es un mundo nada gratificado. Son muchas horas de lectura, de información, de estudio, para después explotar tu creatividad a costa de renunciar a muchas cosas y la recompensa no es para nada gratificante, no está nunca a la altura del esfuerzo que te ha supuesto. Que se olviden de ese mito de que los escritores somos gente con fama y dinero.Esos no llegan ni al 1%. Tienes que amar lo que haces sin esperar nada a cambio, nada que no sea por satisfacción personal.